Ojo, que no todos los pequeños genios sienten pasión por los robots. Quizá tu hijo sea más de dinosaurios. Sin problema, Zara Home también pone en su catálogo de productos una bonita cesta con forma de dinosaurio, para meter desde juguetes hasta ropa de cama.
Pero si se trata de una idea más minimalista aún, esta se lleva la palma. Una cuerda. Una única cuerda colgando del techo ¿Menos funcional? Puede, los niños no van a poder sentarse, pero si podrán ejercitar sus brazos columpiándose encaramados a ella.
Un escritorio independiente para cada uno sería una excelente solución. Hay modelos de escritorios bastante pequeños. No necesitas grandes mesas, tan sólo una superficie en la que puedan escribir, dibujar y leer.
Quizá sea mucho más apropiado colocar camas (con su cabecero y mesita de noche correspondiente) que hablen un poco de esas personalidades. La diferencia puede encajar, e incluso combinar, como vemos en la imagen.
Se trata de un DIY muy original que he encontrado en ohhhmhhh.de. Las imágenes hablan por sí solas. Un par de paneles de cartón que han sido unidos como si fueran un biombo. Es fácil de plegar y también fácil de desplegar. Por lo que podrás guardarlo cómodamente en cualquier rincón cuando no lo uses.
Sea como sea, ocupar esta pared con estos rascacielos, consigue darle un dinamismo enorme a la habitación. Dejar todas las paredes en blanco podría resultar bastante más soso. Así pues, usar un recurso llamativo únicamente en una de ellas, es una solución inteligente y muy acertada.
Si prefieres que tu hijo tenga mayor libertad. Una mesa más grande podría ser la solución. Quizá la mesa alargada pie contraste. Se trata de una mesa de cantos redondeados de color blanco, con patas en madera. Una mesa que puede completarse con el banquito alargado pie contraste, de las mismas características. Sin duda una combinación perfecta para que el peque pueda aprender a experimentar con más superficie útil.
Los colores fríos están asociados a una sensación de tranquilidad, calma y serenidad. Recuerdan al mar, al cielo y a espacios, en general, muy relajantes. Según la cromoterapia, los colores fríos influyen directamente en nuestro sistema nervioso.