Finalmente, una de las opciones que más me gusta. Optar por las medias paredes. En colores lisos ya me parece un auténtico acierto, pues al dejar la parte superior en blanco no restas ni un ápice de luz a la estancia. Pero con papel pintado, y con diseño floral, me recuerda a un auténtico jardín. Sin duda una maravilla para cualquier habitación infantil.
Me parece muy acertado el toque de color en la parte de la ventana. Si tenemos en cuenta que la luz entra principalmente por aquí, además de crear dos zonas claramente diferenciadas, no resta ni un ápice de luminosidad. Así que, si tenéis una habitación infantil pequeña y queréis pintar alguna de las paredes de color, dejando el resto blancas, puede ser un truquito bastante bueno.
Del verde también encontramos más de 100 tonalidades diferentes. Se asocia a la naturaleza, a la vida y a la esperanza. No os quedéis únicamente con un verde flúor, hay un sinfín de opciones, mucho más frías y elegantes.
Quizá sea mucho más apropiado colocar camas (con su cabecero y mesita de noche correspondiente) que hablen un poco de esas personalidades. La diferencia puede encajar, e incluso combinar, como vemos en la imagen.
Escoger una pared estratégica (quizá en la que coloquemos la cama o la que se ve nada más entrar por la puerta) y empapelarla con flores, puede ser un gran recurso. Las flores añaden color, añaden diversión y dan un toque diferente a esas estancias de paletas más neutras.
En este cuarto de Sarahshermansamuel encontramos un ambiente sencillo en color blanco con muebles y suelos de madera, y con un papel pintado inspirado en la selva.
Otro de los aspectos esenciales en una habitación infantil abuhardillada es la iluminación. Es cierto que suelen ser habitaciones ubicadas en el último nivel de la vivienda, por lo que la luz es mayor. No obstante, si no hay ventanas que sepan aprovecharla, poco haremos.
Sí, muchos intentamos escapar un poco del típico “rosa niña, azul niño”. Pero no podemos negar que esta habitación es una verdadera maravilla. Además, los tonos pastel parecen siempre otorgar un toque diferente a esas gamas cromáticas.
Dividir la habitación con grandes muros hubiera sido un error. Se pierde luz y dinamismo. Así, se ha optado por pequeños muros, a media altura. Una forma original de crear dos espacios perfectamente delimitados. Espacios que cada uno sentirá como suyos y en los que la luz del día entrará a partes iguales. Sin limitaciones.
El patito feo para muchos. Hay quienes odian el gris por recordarles a los días más oscuros, aquellos en los que la lluvia no cesa. La falta de color incomoda en ocasiones, pero en la decoración no. Una habitación con tonalidades grises es, sin lugar a dudas, una habitación elegante y sofisticada. Además, puedes contrarrestar la falta de luz con blancos o incorporar detalles de color con pequeñas piezas.
El elemento principal es la cama. Bien. Es posible tener dos camas si la habitación es grande. Aunque muchos optan por integrar camas gemelas (con la misma estética), no significa que no podamos recurrir a modelos completamente diferentes. Dos niños con dos personalidades distintas.
El hogar en el que nos fijamos es el de Juliane, Jonas y sus hijos, Alvin y Charlie. Se trata de un pequeño apartamento para 4 en el que el espacio es limitado. El hermano mayor, Alvin, comparte espacio con su padre, que es músico. Así, era necesario dividir la estancia para que un niño pudiera tener su espacio propio. Pero también para que el padre pudiera guardar todos sus instrumentos y trabajar de vez en cuando en casa.
Mucho más estético, sí, pero también pesado, por lo que siempre será importante revisar nuestros techos. Si contáramos con vigas de madera, por ejemplo, sería perfecto.
Además, no podemos negar que en este ambiente queda preciosa. No os olvidéis de colocar siempre una alfombra mullida bajo este y otros columpios. Seamos realistas, los niños se van a caer. Amortigüemos la caída para menos preocupación por nuestra parte.