Quizá sea mucho más apropiado colocar camas (con su cabecero y mesita de noche correspondiente) que hablen un poco de esas personalidades. La diferencia puede encajar, e incluso combinar, como vemos en la imagen.
Estos cajones modulares son cómodos para los peques. Pero, además, es una buena forma de crear juego al mismo tiempo que almacenaje. Se pueden escalar y usar como superficies de juego. Además, en el momento en el que se necesite más almacenaje, se pueden añadir más cajones sin problema alguno.
El frío viene con ganas. Cuando las temperaturas bajan considerablemente, no hay nada como quedarse en casa. No obstante, siempre viene bien algún que otro complemento para refugiarnos mejor. Mantas, pijamas o incluso batines ¡Qué bien se está con ellos! Pero, además, también podemos usar alfombras. Sí. Las alfombras son un producto altamente recomendable para las habitaciones infantiles (y todas en general), que, además de dar calor, pueden convertirse en la mejor zona de juegos de nuestros hijos.
Quizá no sea el primer columpio de la historia. No obstante, cuando pensamos en uno, seguramente es el que nos viene a la mente. El típico columpio con dos cuerdas y una tabla de madera. Estéticamente nos encanta, pues encaja en cualquier tipo de decoración.
También desde un tipi indio hasta una casita de madera o un circuito de coches. Sea como sea, fomenta que tus hijos compartan las horas de juego, aunque ello implique encontrarnos de vez en cuando con alguna pelea que otra. Ya se sabe que al final, los hermanos siempre discuten, pero quererse se quieren mucho.
¿Has comprado la casa con muebles? ¿Hay algún mueble en especial que te gusta para la habitación infantil? Fíjate bien. No hay nada que una mano de pintura no pueda solucionar. Como en el caso anterior, recuerda que el blanco aporta más luz. Con este color tendrás más juego a la hora de incluir color en los textiles (que siempre son más económicos que los muebles).
El elemento principal es la cama. Bien. Es posible tener dos camas si la habitación es grande. Aunque muchos optan por integrar camas gemelas (con la misma estética), no significa que no podamos recurrir a modelos completamente diferentes. Dos niños con dos personalidades distintas.
Colores más apagados, diseños más sencillos. Papeles pintados que no costará hacer que encajen con el resto de la estancia, pues no tendrán tanta presencia. Simplemente serán un toque de color más.
Técnicamente no. El blanco no está definido como un color, más bien es la ausencia de color lo que lo genera. Aun así, el blanco se asocia irremediablemente al frío ¿por qué? Muy sencillo, por su semejanza a la nieve. Los paisajes más fríos son los paisajes blancos, de eso no hay duda.
Si queremos darle el toque de naturalidad a un ambiente, podemos seguir la tendencia actual de mezclar el color blanco con la madera en su tono más claro. La madera en su tono natural, sin brillos, le da ese toque fresco al cuarto y es un material que nunca pasará de moda.
Las buhardillas cuentan con un algo especial. Un ambiente encantador, sin duda. Un lugar mágico que puede transformarse, perfectamente, en una habitación infantil. Sí, las habitaciones abuhardilladas hacen que el mundo de tu pequeño sea aún más divertido. Ahora bien, aunque estéticamente son una auténtica pasada, también hay que saber aprovecharlas bien.
Mucho más estético, sí, pero también pesado, por lo que siempre será importante revisar nuestros techos. Si contáramos con vigas de madera, por ejemplo, sería perfecto.
El elemento principal es la cama. Bien. Es posible tener dos camas si la habitación es grande. Aunque muchos optan por integrar camas gemelas (con la misma estética), no significa que no podamos recurrir a modelos completamente diferentes. Dos niños con dos personalidades distintas.
Aunque no hay que negar que los textiles coloridos dan mucha personalidad a las estancias infantiles, hay gustos para todo. Por este motivo, esta casa apuesta por la variedad.