Aunque no hay que negar que los textiles coloridos dan mucha personalidad a las estancias infantiles, hay gustos para todo. Por este motivo, esta casa apuesta por la variedad.
Aunque el anterior columpio, como comentaba, es quizá la imagen más recurrente al pensar en estos elementos, los de nuestros abuelos quizá serían así. Sí, grandes ruedas de neumáticos atadas con una gruesa cuerda.
No me refiero a usar jarrones con flores, que por otro lado tampoco es tan mala idea. En esta ocasión me quiero centrar en los papeles pintados de flores, una opción estupenda para decorar una pared (o varias, según se tercie) de la estancia de nuestros peques.
El truco está en dejarlo tal cual y añadir posteriormente complementos. De esta forma, lo mismo puedes tener un escenario de teatro que un lavadero de coches, o incluso una casa de muñecas. Sí, funciona completamente como un decorado de esos que se usan en las películas y en las obras de teatro. Tus hijos se sentirán como auténticas estrellas.
La naturalidad en los ambientes es algo que jamás va a pasar de moda. Ese toque fresco y sencillo que a todos nos gusta y que nos resulta tan agradable es fácil de conseguir en el cuarto de los peques. Ya son muchas las mamás que escogen el estilo más natural para los ambientes infantiles.
Si sólo vas a empapelar una pared ¿por qué no arriesgar un poco? Las flores grandes pueden ser un choque visual excelente. Ojo, siempre escogiendo tonalidades que armonicen con el resto de mobiliario. Las flores grandes llenarán las habitaciones más espaciosas, creando así una sensación de calidez automática.
La asimetría parece estar presente en todo el conjunto. Algo que no nos disgusta en absoluto, pues hace que sea una habitación muy dinámica y divertida. Además, hay que destacar la separación visual entre la zona de descanso y la zona de juegos y estudio.
Un color blanco que, además, contrasta fuertemente con las vigas de madera. Toque neo rústico para una habitación infantil delicada y con gran encanto.
Los armarios a medida siempre son un acierto. En las habitaciones abuhardilladas más. Si tenemos en cuenta el desnivel del techo, seremos conscientes de que los muebles a medida se ajustarán mejor a nuestras necesidades. Como vemos en la imagen superior, este desnivel ha sido resuelto con un armario empotrado a medida.
Hoy te quiero acercar hasta 5 ejemplos de columpios en un dormitorio infantil, desde los más clásicos hasta los más sencillos y minimalistas ¿Con cuál te quedas de todos ellos?
Quizá esa personalidad sea dada por la madera, que contrasta fuertemente con la delicadeza del resto de colores. O quizá con la reinvención de elementos románticos y tan femeninos como las camas con dosel. Una estructura moderna, en este caso, que se niega a presentarse como una de esas camas antiguas casi barrocas. Reinventarse o morir.
Para terminar, esta idea que también me ha gustado mucho. Cuando la vida en familia se multiplica por dos. Dos niños, dos columpios. Así de sencillo. Ojo, que en este caso, como vemos, está mucho más cuidada la estética, pues se trata de dos bonitas sillas de mimbre sujetas al techo.
La zona azul claro está reservada para ubicar las estanterías. Así, al azul se le añaden otros matices de color con libros y juguetes. Un acierto también el uso de estanterías de obra, que han pintado con el mismo tono de las paredes. Así, se integran a la perfección en el espacio.
Además, no podemos negar que en este ambiente queda preciosa. No os olvidéis de colocar siempre una alfombra mullida bajo este y otros columpios. Seamos realistas, los niños se van a caer. Amortigüemos la caída para menos preocupación por nuestra parte.
Hay padres a los que eso de los muebles coloridos no les termina de gustar. Prefieren un mobiliario blanco, neutro. No es una mala idea, teniendo en cuenta que el textil y los juguetes de un niño ya aportan grandes dosis de color. Los papeles pintados de flores pueden entrar directamente ahí.