Para terminar, esta idea que también me ha gustado mucho. Cuando la vida en familia se multiplica por dos. Dos niños, dos columpios. Así de sencillo. Ojo, que en este caso, como vemos, está mucho más cuidada la estética, pues se trata de dos bonitas sillas de mimbre sujetas al techo.
Me parece muy acertado el toque de color en la parte de la ventana. Si tenemos en cuenta que la luz entra principalmente por aquí, además de crear dos zonas claramente diferenciadas, no resta ni un ápice de luminosidad. Así que, si tenéis una habitación infantil pequeña y queréis pintar alguna de las paredes de color, dejando el resto blancas, puede ser un truquito bastante bueno.
Dividir la habitación con grandes muros hubiera sido un error. Se pierde luz y dinamismo. Así, se ha optado por pequeños muros, a media altura. Una forma original de crear dos espacios perfectamente delimitados. Espacios que cada uno sentirá como suyos y en los que la luz del día entrará a partes iguales. Sin limitaciones.
Colores más apagados, diseños más sencillos. Papeles pintados que no costará hacer que encajen con el resto de la estancia, pues no tendrán tanta presencia. Simplemente serán un toque de color más.
Y si se trata de jugar en el suelo ¿qué mejor forma de hacerlo que con un bonito circuito? Estas alfombras me recuerdan a un modelo muy típico de cuando yo era pequeña. Eran alfombras con un circuito de coches, con fondo verde y casitas por todas partes. Ahora, el diseño se refina. Alfombras circuito con un toque muchísimo más nórdico, simplificando formas, pero respetando esa idea de complemento para el juego.
Un color blanco que, además, contrasta fuertemente con las vigas de madera. Toque neo rústico para una habitación infantil delicada y con gran encanto.
Otro concepto. Diferente pero igualmente divertido. La cuerda se respeta, aunque en esta ocasión se incluye una tabla redonda sujeta por el centro. Esta pequeña tabla permite que los niños se sienten, aunque también facilita el que se incorporen y se sujeten a la cuerda con las manos. Más posibilidades de diversión materializadas en un columpio de lo más estético y minimal.
Para hacernos una idea, hay más de 100 tonalidades de azules. Para gustos colores, nunca mejor dicho. Se trata de un color bastante atemporal que puede usarse en la habitación infantil para aportar tranquilidad y relax. No, no es un color exclusivo para niños.
No todas las habitaciones abuhardilladas o en buhardilla cuentan con vigas, pero si las tienes, aprovéchalas. Asegúrate, primero, de que son resistentes (que suelen serlo, a no ser que sea una casa extremadamente vieja y deteriorada). Si es así, estas vigas, además de darte un plus decorativo incuestionable, pueden servirte de mucho ¿Has pensado en colocar un columpio en el interior de casa? Si quieres que la habitación de tu hijo tenga uno, una viga de madera puede ser el lugar perfecto para incluirlo.
Nos encanta pasearnos por la red descubriendo nuevas opciones de decoración para habitaciones infantiles. De vez en cuando, y por arte de magia, aparecen frente a nosotros maravillas como la que hoy os queremos acercar.
El truco está en dejarlo tal cual y añadir posteriormente complementos. De esta forma, lo mismo puedes tener un escenario de teatro que un lavadero de coches, o incluso una casa de muñecas. Sí, funciona completamente como un decorado de esos que se usan en las películas y en las obras de teatro. Tus hijos se sentirán como auténticas estrellas.
En el caso de que no cuentes con una vivienda muy luminosa, tampoco es un drama mayor, la iluminación infantil es todo un mundo. Desde guirnaldas que puedes colgar en diferentes puntos de la habitación hasta lámparas centrales con formas y colores varios.
Sí, muchos intentamos escapar un poco del típico “rosa niña, azul niño”. Pero no podemos negar que esta habitación es una verdadera maravilla. Además, los tonos pastel parecen siempre otorgar un toque diferente a esas gamas cromáticas.
Si prefieres que tu hijo tenga mayor libertad. Una mesa más grande podría ser la solución. Quizá la mesa alargada pie contraste. Se trata de una mesa de cantos redondeados de color blanco, con patas en madera. Una mesa que puede completarse con el banquito alargado pie contraste, de las mismas características. Sin duda una combinación perfecta para que el peque pueda aprender a experimentar con más superficie útil.
Si prefieres que tu hijo tenga mayor libertad. Una mesa más grande podría ser la solución. Quizá la mesa alargada pie contraste. Se trata de una mesa de cantos redondeados de color blanco, con patas en madera. Una mesa que puede completarse con el banquito alargado pie contraste, de las mismas características. Sin duda una combinación perfecta para que el peque pueda aprender a experimentar con más superficie útil.