Las alfombras infantiles de lana, son, sin lugar a dudas, de las más calentitas. Este material natural hace que la pisada sea, además, muy confortable. Puedes encontrarlas con diferentes grosores. Además, también están las alfombras de lana tejida, una verdadera delicia artesanal para la habitación infantil.
Las habitaciones más pequeñas pueden verse muy beneficiadas con las literas. La verdad es que además de ocupar menos espacio que dos camas, cuentan con cierto aire retro. Ojo, que no sólo las hay de metal. Las literas de madera, de estilo escandinavo, son una auténtica maravilla.
Y si de robots va la cosa, no te pierdas esta pieza clave. La figura decorativa robot tiene un precio aproximado de 20 euros, está hecha de cemento y considero que puede ser una figura estupenda para colocarla en cualquier repisa, estantería o incluso en la mesita de noche.
Las alfombras infantiles de lana, son, sin lugar a dudas, de las más calentitas. Este material natural hace que la pisada sea, además, muy confortable. Puedes encontrarlas con diferentes grosores. Además, también están las alfombras de lana tejida, una verdadera delicia artesanal para la habitación infantil.
Sea como sea, ocupar esta pared con estos rascacielos, consigue darle un dinamismo enorme a la habitación. Dejar todas las paredes en blanco podría resultar bastante más soso. Así pues, usar un recurso llamativo únicamente en una de ellas, es una solución inteligente y muy acertada.
Si queremos darle el toque de naturalidad a un ambiente, podemos seguir la tendencia actual de mezclar el color blanco con la madera en su tono más claro. La madera en su tono natural, sin brillos, le da ese toque fresco al cuarto y es un material que nunca pasará de moda.
Como la habitación es tan amplia (hay que tener en cuenta que es para dos), hay espacio más que suficiente para colocar un pequeño escritorio. Sí, un pupitre, adoro este tipo de mesas para niños con un aire vintage más que evidente.
Finalmente, una de las opciones que más me gusta. Optar por las medias paredes. En colores lisos ya me parece un auténtico acierto, pues al dejar la parte superior en blanco no restas ni un ápice de luz a la estancia. Pero con papel pintado, y con diseño floral, me recuerda a un auténtico jardín. Sin duda una maravilla para cualquier habitación infantil.
Si sólo vas a empapelar una pared ¿por qué no arriesgar un poco? Las flores grandes pueden ser un choque visual excelente. Ojo, siempre escogiendo tonalidades que armonicen con el resto de mobiliario. Las flores grandes llenarán las habitaciones más espaciosas, creando así una sensación de calidez automática.
Las habitaciones más pequeñas pueden verse muy beneficiadas con las literas. La verdad es que además de ocupar menos espacio que dos camas, cuentan con cierto aire retro. Ojo, que no sólo las hay de metal. Las literas de madera, de estilo escandinavo, son una auténtica maravilla.
Si la habitación de tu hijo cuenta con colores neutros, quizá quieras aportar vida con la alfombra. En el mercado vas a encontrar una amplia gama de alfombras de mil colores. Mención especial merecen aquellas que los juntan todos de forma indiscriminada, como si se tratara de un gran arcoíris a los pies de tu hijo. Hay que pensar en la funcionalidad, pero también en el diseño. Y a mí, estas, me parecen adorables.
Otro concepto. Diferente pero igualmente divertido. La cuerda se respeta, aunque en esta ocasión se incluye una tabla redonda sujeta por el centro. Esta pequeña tabla permite que los niños se sienten, aunque también facilita el que se incorporen y se sujeten a la cuerda con las manos. Más posibilidades de diversión materializadas en un columpio de lo más estético y minimal.
No te asustes con esto de redecorar que la cosa no es tan complicada. Por ejemplo, el suelo de tu casa nueva no es el que más te gusta. Crees que es demasiado frío para la habitación de tu hijo y la verdad es que apostarías más por madera u otros acabados.
Colores más apagados, diseños más sencillos. Papeles pintados que no costará hacer que encajen con el resto de la estancia, pues no tendrán tanta presencia. Simplemente serán un toque de color más.
El truco está en dejarlo tal cual y añadir posteriormente complementos. De esta forma, lo mismo puedes tener un escenario de teatro que un lavadero de coches, o incluso una casa de muñecas. Sí, funciona completamente como un decorado de esos que se usan en las películas y en las obras de teatro. Tus hijos se sentirán como auténticas estrellas.