Los tipis y los doseles se han convertido ya en parte importante (casi imprescindible) de la decoración infantil. En esta casa los tienen, y la calidad de sus tejidos es apreciable incluso en las imágenes.
Hay padres a los que eso de los muebles coloridos no les termina de gustar. Prefieren un mobiliario blanco, neutro. No es una mala idea, teniendo en cuenta que el textil y los juguetes de un niño ya aportan grandes dosis de color. Los papeles pintados de flores pueden entrar directamente ahí.
El frío viene con ganas. Cuando las temperaturas bajan considerablemente, no hay nada como quedarse en casa. No obstante, siempre viene bien algún que otro complemento para refugiarnos mejor. Mantas, pijamas o incluso batines ¡Qué bien se está con ellos! Pero, además, también podemos usar alfombras. Sí. Las alfombras son un producto altamente recomendable para las habitaciones infantiles (y todas en general), que, además de dar calor, pueden convertirse en la mejor zona de juegos de nuestros hijos.
Todo apunta a que están hechos con pintura, a base de plantillas. No obstante, podría conseguirse el mismo efecto con vinilos. Es más, estoy segura de que los pequeños animalitos que se ven en las ventanas, así como las estrellas y el cielo, sí son vinilos al 100%.
Técnicamente no. El blanco no está definido como un color, más bien es la ausencia de color lo que lo genera. Aun así, el blanco se asocia irremediablemente al frío ¿por qué? Muy sencillo, por su semejanza a la nieve. Los paisajes más fríos son los paisajes blancos, de eso no hay duda.
Los tipis y los doseles se han convertido ya en parte importante (casi imprescindible) de la decoración infantil. En esta casa los tienen, y la calidad de sus tejidos es apreciable incluso en las imágenes.
Finalmente, una de las opciones que más me gusta. Optar por las medias paredes. En colores lisos ya me parece un auténtico acierto, pues al dejar la parte superior en blanco no restas ni un ápice de luz a la estancia. Pero con papel pintado, y con diseño floral, me recuerda a un auténtico jardín. Sin duda una maravilla para cualquier habitación infantil.
Eso de ser discreto no va contigo. Te has enamorado de un papel floral con un diseño que, además de ser grande, cuenta con colores oscuros. No hay problema. Como vemos en la imagen, este diseño de flores grandes y oscuras es un complemento perfecto para una habitación que apuesta por mobiliario blanco y madera natural. Ojo, que en este caso el textil acompaña siempre al color predominante en el papel, dejando el resto a una paleta de neutros. El efecto es, cuanto menos, encantador.
Recuerda, paredes blancas y muebles de madera son siempre bienvenidos. Pero si lo prefieres, puedes apostar por mobiliario blanco. Nunca pasa de moda y ayudará a aprovechar toda la luz que entra por las ventanas.
En Instagram podemos ver siempre las últimas tendencias, y en este caso nos traen uno de esos materiales naturales que se han vuelto imprescindibles. Nos referimos al mimbre, que aparece en cestos, en camas, sillas, alfombras y cunas. No hay espacio natural sin un toque de mimbre.
Todo apunta a que están hechos con pintura, a base de plantillas. No obstante, podría conseguirse el mismo efecto con vinilos. Es más, estoy segura de que los pequeños animalitos que se ven en las ventanas, así como las estrellas y el cielo, sí son vinilos al 100%.
En una época en la que los juguetes parecen sacados de otra galaxia, la verdad es que se agradece, de vez en cuando, ver opciones más tradicionales. Juguetes más humildes que estimulan la imaginación de los pequeños. Juguetes como muñecas de trapo o los de madera, son algunos ejemplos.
Como una imagen vale más que mil palabras, aquí tienes un poquito de insta-inspiración navideña para decorar la casa. Me encantan las tendencias decorativas de los últimos años, más informales y donde la naturaleza tiene un lugar primordial: ramitas, árboles, piñas, … todo en su estado puro, sin demasiado arreglo, y por si fuera poco económico, original y creativo. ¡Llévate un pedacito de naturaleza para casa!, incluso te puedes llevar a los peques a recolectar los materiales
Técnicamente no. El blanco no está definido como un color, más bien es la ausencia de color lo que lo genera. Aun así, el blanco se asocia irremediablemente al frío ¿por qué? Muy sencillo, por su semejanza a la nieve. Los paisajes más fríos son los paisajes blancos, de eso no hay duda.
Una mesita de noche no tiene gran altura, por lo que siempre quedará mejor en ese rincón, en vez de aprovechar otro con más altura. Así, las partes con el techo altas quedarán libres para colocar armarios y otros muebles más grandes.