Para hacernos una idea, hay más de 100 tonalidades de azules. Para gustos colores, nunca mejor dicho. Se trata de un color bastante atemporal que puede usarse en la habitación infantil para aportar tranquilidad y relax. No, no es un color exclusivo para niños.
Aunque no hay que negar que los textiles coloridos dan mucha personalidad a las estancias infantiles, hay gustos para todo. Por este motivo, esta casa apuesta por la variedad.
El espacio muchas veces nos limita. También a la hora de crear un dormitorio infantil. Pero a grandes males grandes remedios. Hoy os traigo un ejemplo perfecto de cómo es posible compartir diferentes espacios sin volvernos locos ¿Un dormitorio infantil y un estudio de música? Sí, es posible. Soluciones inteligentes como separaciones a media altura, colores claros para no cargar la estancia o un almacenamiento práctico y divertido, pueden ser algunas ideas que tomar para uso propio.
Un color blanco que, además, contrasta fuertemente con las vigas de madera. Toque neo rústico para una habitación infantil delicada y con gran encanto.
Como una imagen vale más que mil palabras, aquí tienes un poquito de insta-inspiración navideña para decorar la casa. Me encantan las tendencias decorativas de los últimos años, más informales y donde la naturaleza tiene un lugar primordial: ramitas, árboles, piñas, … todo en su estado puro, sin demasiado arreglo, y por si fuera poco económico, original y creativo. ¡Llévate un pedacito de naturaleza para casa!, incluso te puedes llevar a los peques a recolectar los materiales
Si la habitación de tu hijo cuenta con colores neutros, quizá quieras aportar vida con la alfombra. En el mercado vas a encontrar una amplia gama de alfombras de mil colores. Mención especial merecen aquellas que los juntan todos de forma indiscriminada, como si se tratara de un gran arcoíris a los pies de tu hijo. Hay que pensar en la funcionalidad, pero también en el diseño. Y a mí, estas, me parecen adorables.
La asimetría parece estar presente en todo el conjunto. Algo que no nos disgusta en absoluto, pues hace que sea una habitación muy dinámica y divertida. Además, hay que destacar la separación visual entre la zona de descanso y la zona de juegos y estudio.
En este cuarto de Sarahshermansamuel encontramos un ambiente sencillo en color blanco con muebles y suelos de madera, y con un papel pintado inspirado en la selva.
En este cuarto de Sarahshermansamuel encontramos un ambiente sencillo en color blanco con muebles y suelos de madera, y con un papel pintado inspirado en la selva.
Para hacernos una idea, hay más de 100 tonalidades de azules. Para gustos colores, nunca mejor dicho. Se trata de un color bastante atemporal que puede usarse en la habitación infantil para aportar tranquilidad y relax. No, no es un color exclusivo para niños.
Ayudan a relajar, a estimular la digestión, disminuir el ritmo cardiaco y a conciliar mejor el sueño. Al parecer, son tonalidades que tienen un efecto sedante en general.
La vida y magia de una habitación infantil se puede conseguir de muchas maneras, pero una de ellas es apostando por paredes diferentes. Si bien es cierto que los papeles pintados nos han ayudado muchísimo en este terreno, tampoco podemos olvidarnos de los vinilos o incluso de la pintura con plantillas. Hoy os presento un ambiente bastante inspirador en este terreno. Una habitación infantil con rascacielos azules que invitan a soñar automáticamente.
Del verde también encontramos más de 100 tonalidades diferentes. Se asocia a la naturaleza, a la vida y a la esperanza. No os quedéis únicamente con un verde flúor, hay un sinfín de opciones, mucho más frías y elegantes.
Además, no podemos negar que en este ambiente queda preciosa. No os olvidéis de colocar siempre una alfombra mullida bajo este y otros columpios. Seamos realistas, los niños se van a caer. Amortigüemos la caída para menos preocupación por nuestra parte.
La ropa de cama tampoco se queda atrás. Desde colchas y fundas nórdicas con coches y piezas de automoción, hasta un gran cojín robot. Haz que tu pequeño inventor se sienta cómodo a la hora de meterse en la cama.