Una mesita de noche no tiene gran altura, por lo que siempre quedará mejor en ese rincón, en vez de aprovechar otro con más altura. Así, las partes con el techo altas quedarán libres para colocar armarios y otros muebles más grandes.
El ambiente de baño es todo un ejemplo de decoración natural. Natural en cuanto a los materiales usados. Las cestas de mimbre no pueden faltar, pero tampoco ese taburete tan especial, de madera, que logrará que tus hijos puedan acceder al lavabo y se más autónomos. Además, también son destacables detalles como el dosificador de jabón con forma de robot o los peluches de colores, que siempre animan un poco las estancias.
Hay padres a los que eso de los muebles coloridos no les termina de gustar. Prefieren un mobiliario blanco, neutro. No es una mala idea, teniendo en cuenta que el textil y los juguetes de un niño ya aportan grandes dosis de color. Los papeles pintados de flores pueden entrar directamente ahí.
Los armarios a medida siempre son un acierto. En las habitaciones abuhardilladas más. Si tenemos en cuenta el desnivel del techo, seremos conscientes de que los muebles a medida se ajustarán mejor a nuestras necesidades. Como vemos en la imagen superior, este desnivel ha sido resuelto con un armario empotrado a medida.
La cama queda bien resguardada en esos muros. Lo mismo sucede con las guitarras y resto de instrumentos, que, además, forman parte de la decoración. Además, es necesario hacer mención de esas cajas con ruedas. Cajas funcionales que guardan los juguetes y pueden almacenarse fácilmente, tanto bajo la cama como en las esquinas.
En una época en la que los juguetes parecen sacados de otra galaxia, la verdad es que se agradece, de vez en cuando, ver opciones más tradicionales. Juguetes más humildes que estimulan la imaginación de los pequeños. Juguetes como muñecas de trapo o los de madera, son algunos ejemplos.
Los tipis y los doseles se han convertido ya en parte importante (casi imprescindible) de la decoración infantil. En esta casa los tienen, y la calidad de sus tejidos es apreciable incluso en las imágenes.
¿Quién no ha jugado en un columpio cuando niño? Es más ¿a quién no le hubiera gustado tener uno propio? Haz el sueño de tus hijos realidad e incorpora un columpio en su habitación. Son estéticos, divertidos y, además, no es tan complicado crear uno.
Si queremos darle el toque de naturalidad a un ambiente, podemos seguir la tendencia actual de mezclar el color blanco con la madera en su tono más claro. La madera en su tono natural, sin brillos, le da ese toque fresco al cuarto y es un material que nunca pasará de moda.
No he podido resistirme a incluir esta idea. Un chill out para la habitación infantil, o lo que viene siendo un montón de cojines en el suelo ¿Para qué? Pues podría ser un lugar estupendo en el que los niños puedan leer cómodamente sin estar en la cama. Incluso jugar. En este caso, mejor dos futones que uno.
Aumentando así la sensación de estar dentro de una buhardilla. Puedes usar este tipo de banderolas o bien decantarte por otros modelos de guirnaldas, incluso con luces; y es que las luces led siempre dan un toque cálido a cualquier estancia, también a la de tus hijos.
En este cuarto de Sarahshermansamuel encontramos un ambiente sencillo en color blanco con muebles y suelos de madera, y con un papel pintado inspirado en la selva.
La cama queda bien resguardada en esos muros. Lo mismo sucede con las guitarras y resto de instrumentos, que, además, forman parte de la decoración. Además, es necesario hacer mención de esas cajas con ruedas. Cajas funcionales que guardan los juguetes y pueden almacenarse fácilmente, tanto bajo la cama como en las esquinas.
Me parece muy acertado el toque de color en la parte de la ventana. Si tenemos en cuenta que la luz entra principalmente por aquí, además de crear dos zonas claramente diferenciadas, no resta ni un ápice de luminosidad. Así que, si tenéis una habitación infantil pequeña y queréis pintar alguna de las paredes de color, dejando el resto blancas, puede ser un truquito bastante bueno.
Quizá no sea una buena opción escoger un papel pintado con flores grandes para empapelar todas las paredes, por muy grande que sea la habitación. Generalmente, el peso visual de estos papeles es mucho, por lo que podríamos generar una sensación de claustrofobia innecesaria. Recordad siempre eso de “menos es más”.