La naturalidad en los ambientes es algo que jamás va a pasar de moda. Ese toque fresco y sencillo que a todos nos gusta y que nos resulta tan agradable es fácil de conseguir en el cuarto de los peques. Ya son muchas las mamás que escogen el estilo más natural para los ambientes infantiles.
Las alfombras de fibras naturales son mucho más duras. Es cierto que no dan tanto calor como una alfombra de pelo o lana, pero son muchísimo más resistentes. Además, siguen siendo un elemento entre el frío suelo y nuestros hijos, por lo que cumplen su función. Estéticamente me parecen preciosas. Una opción interesante para los padres amantes de la decoración rústica o nórdica.
Son más de 15 colores los que se emplean para hacer ropa de cama, decoración para el hogar, y sí, también accesorios, artículos de decoración e incluso ropa para bebé ¿Lo mejor de todo? Que están hechas a mano y con mucho amor en Tailandia.
Quizá no sea una buena opción escoger un papel pintado con flores grandes para empapelar todas las paredes, por muy grande que sea la habitación. Generalmente, el peso visual de estos papeles es mucho, por lo que podríamos generar una sensación de claustrofobia innecesaria. Recordad siempre eso de “menos es más”.
Si queremos una naturalidad total en el cuarto infantil, ante todo debemos tener presente que hay que dejar a un lado las cosas superfluas. En este cuarto de Paulina Arcklin encontramos la esencia de la naturalidad. Un espacio de juegos en el que menos es más, con los detalles justos, todo en color blanco.
Son habitaciones relajadas y tranquilas, pero, además, muy elegantes. Ten en cuenta que los colores fríos se encuentran en el círculo cromático entre el azul y el verde. Hay cientos de tonalidades diferentes, y todas ellas pueden crear una estancia infantil de lo más elegante y serena.
El ambiente de baño es todo un ejemplo de decoración natural. Natural en cuanto a los materiales usados. Las cestas de mimbre no pueden faltar, pero tampoco ese taburete tan especial, de madera, que logrará que tus hijos puedan acceder al lavabo y se más autónomos. Además, también son destacables detalles como el dosificador de jabón con forma de robot o los peluches de colores, que siempre animan un poco las estancias.
Así que si eres de las que vuelve a los orígenes, no te pierdas todas las claves que te damos para decorar el cuarto del peque en el estilo más natural. En este cuarto de bebé de Deco&Living Instagram no falta nada. Han añadido detalles, textiles y tonos suaves y el estilo natural sigue presente gracias al color blanco, la sencillez y los materiales.
Vaporosos, elegantes y con colores que encajan a la perfección en cualquier tipo de estancia. Estos elementos pueden convertirse en el complemento perfecto para una habitación de juego o para darle un poco de magia a una cama. Completa el conjunto con móviles colgados al techo o con miles de cojines con formas diferentes.
Sí, gracias a una estantería también con grandes dosis de asimetría, algo que siempre viene bien para que nuestros hijos puedan aprender rutinas de descanso y trabajo.
¿Por dónde empezar? El set de estudio blanco 100% aglomerado es una auténtica maravilla. Una mesa que imita a los pupitres escolares. Un elemento ideal para cualquier habitación infantil. Fácil de montar y muy fácil de usar. Tus hijos podrán dibujar y hacer sus tareas con un set de estudio de estilo nórdico que pega con todo.
Como es una tonalidad que aporta mucha luz, es perfecta para mezclarla con colores como el azul, el verde, violeta o gris. Un complemento perfecto para esas habitaciones infantiles con colores fríos, que, como hemos visto, no son para nada lugares tristes.
Quizá esa personalidad sea dada por la madera, que contrasta fuertemente con la delicadeza del resto de colores. O quizá con la reinvención de elementos románticos y tan femeninos como las camas con dosel. Una estructura moderna, en este caso, que se niega a presentarse como una de esas camas antiguas casi barrocas. Reinventarse o morir.