Quizá no sea el primer columpio de la historia. No obstante, cuando pensamos en uno, seguramente es el que nos viene a la mente. El típico columpio con dos cuerdas y una tabla de madera. Estéticamente nos encanta, pues encaja en cualquier tipo de decoración.
En este cuarto de Sarahshermansamuel encontramos un ambiente sencillo en color blanco con muebles y suelos de madera, y con un papel pintado inspirado en la selva.
Un concepto muy pero que muy bien trabajado de lo que podríamos catalogar como “Diseño elegante y divertido en habitaciones infantiles”. Los encargados del trabajo son una empresa de diseño polaco llamada Plasterlina, y no podemos ser más fans del resultado.
Si queremos darle el toque de naturalidad a un ambiente, podemos seguir la tendencia actual de mezclar el color blanco con la madera en su tono más claro. La madera en su tono natural, sin brillos, le da ese toque fresco al cuarto y es un material que nunca pasará de moda.
Antes de centrarnos en los productos, que no tienen desperdicio alguno, me parece interesante hablar de la marca en sí. Número 74 es una pequeña empresa que ofrece creaciones completamente artesanales. Sus diseños, como puedes ver, son atemporales, delicados y únicos.
No te asustes con esto de redecorar que la cosa no es tan complicada. Por ejemplo, el suelo de tu casa nueva no es el que más te gusta. Crees que es demasiado frío para la habitación de tu hijo y la verdad es que apostarías más por madera u otros acabados.
¿Quién no ha jugado en un columpio cuando niño? Es más ¿a quién no le hubiera gustado tener uno propio? Haz el sueño de tus hijos realidad e incorpora un columpio en su habitación. Son estéticos, divertidos y, además, no es tan complicado crear uno.
Tal y como sucede en este bonito cuarto, con madera, tonos tierra y tejidos naturales. Desde la alfombra a las lámparas parecen estar hechas de lana marrón, y es que cada vez se buscan las soluciones más respetuosas con el medio ambiente. No se trata solo de parecer natural, sino también de serlo.
También desde un tipi indio hasta una casita de madera o un circuito de coches. Sea como sea, fomenta que tus hijos compartan las horas de juego, aunque ello implique encontrarnos de vez en cuando con alguna pelea que otra. Ya se sabe que al final, los hermanos siempre discuten, pero quererse se quieren mucho.
Los colores fríos están asociados a una sensación de tranquilidad, calma y serenidad. Recuerdan al mar, al cielo y a espacios, en general, muy relajantes. Según la cromoterapia, los colores fríos influyen directamente en nuestro sistema nervioso.
Aumentando así la sensación de estar dentro de una buhardilla. Puedes usar este tipo de banderolas o bien decantarte por otros modelos de guirnaldas, incluso con luces; y es que las luces led siempre dan un toque cálido a cualquier estancia, también a la de tus hijos.
Explorando la cuenta de Instagram de @ourlittlehouseonsix, encontré este ambiente. A la vista está que las líneas del mobiliario son de estilo nórdico. Dan prioridad a los muebles blancos, algo que es bastante común en este tipo de espacios. También aparece la madera, aunque en pequeñas pinceladas, como una especie de marco con forma de nube y ese fantástico tobogán.
Las alfombras de fibras naturales son mucho más duras. Es cierto que no dan tanto calor como una alfombra de pelo o lana, pero son muchísimo más resistentes. Además, siguen siendo un elemento entre el frío suelo y nuestros hijos, por lo que cumplen su función. Estéticamente me parecen preciosas. Una opción interesante para los padres amantes de la decoración rústica o nórdica.
¿Has comprado la casa con muebles? ¿Hay algún mueble en especial que te gusta para la habitación infantil? Fíjate bien. No hay nada que una mano de pintura no pueda solucionar. Como en el caso anterior, recuerda que el blanco aporta más luz. Con este color tendrás más juego a la hora de incluir color en los textiles (que siempre son más económicos que los muebles).
Quizá esa personalidad sea dada por la madera, que contrasta fuertemente con la delicadeza del resto de colores. O quizá con la reinvención de elementos románticos y tan femeninos como las camas con dosel. Una estructura moderna, en este caso, que se niega a presentarse como una de esas camas antiguas casi barrocas. Reinventarse o morir.