No obstante, hoy os traigo algo muchísimo más especial. Un escenario de cartón que se convertirá en imprescindible para tus hijos. Algo que, además, puedes hacer tu mismo con pocos materiales… ¿Y como es de bonito por favor?
El frío viene con ganas. Cuando las temperaturas bajan considerablemente, no hay nada como quedarse en casa. No obstante, siempre viene bien algún que otro complemento para refugiarnos mejor. Mantas, pijamas o incluso batines ¡Qué bien se está con ellos! Pero, además, también podemos usar alfombras. Sí. Las alfombras son un producto altamente recomendable para las habitaciones infantiles (y todas en general), que, además de dar calor, pueden convertirse en la mejor zona de juegos de nuestros hijos.
Estos cajones modulares son cómodos para los peques. Pero, además, es una buena forma de crear juego al mismo tiempo que almacenaje. Se pueden escalar y usar como superficies de juego. Además, en el momento en el que se necesite más almacenaje, se pueden añadir más cajones sin problema alguno.
Quizá esa personalidad sea dada por la madera, que contrasta fuertemente con la delicadeza del resto de colores. O quizá con la reinvención de elementos románticos y tan femeninos como las camas con dosel. Una estructura moderna, en este caso, que se niega a presentarse como una de esas camas antiguas casi barrocas. Reinventarse o morir.
Aunque el anterior columpio, como comentaba, es quizá la imagen más recurrente al pensar en estos elementos, los de nuestros abuelos quizá serían así. Sí, grandes ruedas de neumáticos atadas con una gruesa cuerda.
Las habitaciones más pequeñas pueden verse muy beneficiadas con las literas. La verdad es que además de ocupar menos espacio que dos camas, cuentan con cierto aire retro. Ojo, que no sólo las hay de metal. Las literas de madera, de estilo escandinavo, son una auténtica maravilla.
Si sólo vas a empapelar una pared ¿por qué no arriesgar un poco? Las flores grandes pueden ser un choque visual excelente. Ojo, siempre escogiendo tonalidades que armonicen con el resto de mobiliario. Las flores grandes llenarán las habitaciones más espaciosas, creando así una sensación de calidez automática.
Los colores fríos están asociados a una sensación de tranquilidad, calma y serenidad. Recuerdan al mar, al cielo y a espacios, en general, muy relajantes. Según la cromoterapia, los colores fríos influyen directamente en nuestro sistema nervioso.
La vida y magia de una habitación infantil se puede conseguir de muchas maneras, pero una de ellas es apostando por paredes diferentes. Si bien es cierto que los papeles pintados nos han ayudado muchísimo en este terreno, tampoco podemos olvidarnos de los vinilos o incluso de la pintura con plantillas. Hoy os presento un ambiente bastante inspirador en este terreno. Una habitación infantil con rascacielos azules que invitan a soñar automáticamente.
Quizá sea mucho más apropiado colocar camas (con su cabecero y mesita de noche correspondiente) que hablen un poco de esas personalidades. La diferencia puede encajar, e incluso combinar, como vemos en la imagen.
¿Has comprado la casa con muebles? ¿Hay algún mueble en especial que te gusta para la habitación infantil? Fíjate bien. No hay nada que una mano de pintura no pueda solucionar. Como en el caso anterior, recuerda que el blanco aporta más luz. Con este color tendrás más juego a la hora de incluir color en los textiles (que siempre son más económicos que los muebles).
Se trata de un DIY muy original que he encontrado en ohhhmhhh.de. Las imágenes hablan por sí solas. Un par de paneles de cartón que han sido unidos como si fueran un biombo. Es fácil de plegar y también fácil de desplegar. Por lo que podrás guardarlo cómodamente en cualquier rincón cuando no lo uses.
Quizá no sea una buena opción escoger un papel pintado con flores grandes para empapelar todas las paredes, por muy grande que sea la habitación. Generalmente, el peso visual de estos papeles es mucho, por lo que podríamos generar una sensación de claustrofobia innecesaria. Recordad siempre eso de “menos es más”.